El actor y realizador Tim Robbins estrenará este jueves en Buenos Aires, su versión teatral de la novela clásica de ciencia-ficción del 12 al 14 de abril.

Escrita por el británico George Orwell, e hizo en su presentación este lunes un canto en defensa del teatro, «el único arte que no se piratea en Internet».

El ganador del Oscar por Río Místico actuará en la obra adaptada por Michael Gene Sullivan, dentro de la compañía The Actor’s Gang, por sólo tres días en la capital, del jueves 12 al sábado 14, en sesiones a las 20.30 h., en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín.

La representación es en inglés con subtítulos en español y las entradas para todas las funciones ya están agotadas.

Robbins explicó que aunque debe su fama al cine, el teatro no es nada nuevo para él, y su compañía The Actor’s Gang lleva ya tres décadas en activo. «Nuestras obras tienen mucho más que ver con el teatro europeo que con el realismo que se estila en Estados Unidos», detalló en rueda de prensa.

Dijo valorar del escenario en vivo «la química del teatro, eso que sucede entre un grupo de extraños que están rodeando un escenario y que si embargo logran una química, una comunión». También considera que el arte de Talía tal y como él lo entiende es un antídoto contra el divismo: «Los actores de mi compañía son talentosos y formidables a nivel humano, ya que antes de incorporar a un nuevo miembro nos tomamos bastante cuidado y tiempo, queremos que a los actores ingresantes les quede claro que hacemos teatro y punto. No somos un lugar de «casting» para luego hacer películas, queremos actores que se dediquen al teatro. Tenemos una política contra imbéciles y gente con actitudes de divismo; es un grupo de amigos, una guarida, un lugar seguro para arriesgarnos y fracasar si es necesario».

«El teatro es además -añadió- la única forma de arte que no se puede robar a través de Internet y por eso es muy interesante trabajar ahora en teatro, algo muy vital para el arte y la sociedad».

El actor no evitó hacer referencias a su militancia política en la izquierda. Sobre el movimiento Occupy Wall Street que sigue el modelo de los indignados españoles y de otros países, explicó: «Me parece muy importante que se esté hablando de las diferencias entre ricos y pobres en Estados Unidos; y lo que más me emociona de este movimiento es que no me necesita, que no se dé en torno a la fama o a las celebridades, sino que su tarea básica sea formular preguntas».